Ese niño quería ser yo.

Esta foto tiene ya un tiempo, fué del inició del verano 2015.

Habíamos bajado a caminar por la Playa Ramirez con mi hijo Tomás, era diciembre y hacía calor, lleve la cámara para sacar unas fotos, quería fotografíar a Tomás con las luces de la ciudad por detrás en la noche, si embargo fuimos caminando por la arena de la playa recorriendo la orilla y otro padre caminaba con su hijo, más pequeño el, de unos 7 u 8 años, iban delante nuestro pero de repente vi que el pibe se fue sepando de su padre y enfilo hacia el agua, rapidamente empece a sacar fotos mientras el ingresaba a las aguas oscuras en la noce veraniega.

El padre siguié paseando por la orilla mientras el chico se interno unos cuantos metros y siguió caminando paralelo a su padre, de ahi sale la foto que acompaña estas lineas y si bien fuí sacando de manera casi mecánica, reconocí enseguida unas sensaciones familiares, recordaba mi infancia en Malvín, la playa brava frente a la cual vivimos tantos años y me imaginaba que yo era el niño y mi padre ese padre que dejaba libre a su hijo de caminar dentro del agua a esas horas, una sensación de libertad me acompaño y acompaña esas fotos cuando las miro.

Un tiempo después esta foto estuvo presente en una muestra del Centro de Fotografía sobre horizontes, (Tantos horizontes en una línea) para mí lo ilustra bien, el horizonte de nuestra rambla, esa zona límite de nuestra ciudad tan bella y que de tanto tenerla alli a veces nos olvidamos de que existey que siempre, ahi esta...